Y por fin llegó el día tan ansiado por todos. Ahora toca descansar y cargar las pilas porque el segundo trimestre será más largo de lo normal y tenemos que intentar dar lo máximo de nosotros cada día. Son casi veinte días para olvidarnos un poco de la rutina diaria y que podemos llenar de cosas que nos gustan: dormir calentito, estar con la familia, leer un buen libro (yo estoy con La conjura de los necios), ver una buena peli (o dos), terminar un puzzle (el panorámico de 3.000 piezas del techo de la Capilla Sixtina), pasear y ver la iluminación navideña (si no llueve mejor), comer con moderación (no como esas cenas que presupuestásteis en Matemáticas), hacer fotos chulas, investigar lo de la Plataforma Eleven, poner algunos enlaces en este blog para que no os oxidéis... bufff, tal vez cuando llegue el día 10 tenga que pedirme una semanita de descanso. No sé yo si me va a dar tiempo de tanto.
Y gracias por los regalos, aunque ya sabéis que el mejor regalo que se le puede hacer a un maestro es acudir todos los días con los bolsillos llenos de ganas de aprender.

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