Radio Liliput (18 de febrero de 2011)

A Margarita Debayle

Margarita está linda la mar,
y el viento,
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar;
tu acento.
Margarita, te voy a contar
un cuento:
Esto era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha de día
y un rebaño de elefantes,
un kiosko de malaquita,
un gran manto de tisú,
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita, como tú.
Una tarde, la princesa
vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.
La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla
y una pluma y una flor.(...)


El elefante

El elefante delante 
de su manada camina.
Cuatro patas siseantes
y la trompa entretenida.
Las orejas se le mueven
y, por su paso mecidas,
le abanican con su ritmo
ladeado, la barbilla.
Loas colmillos, con sus curvas,
cortan el aire y la brisa.
Y, con su testuz de cuarzo,
abre en la selva autopistas.
Busca las charcas con agua
y, si no las ve, imagina
que se zambulleen un lago
que le sirve de piscina.
Todos los días se quita
el sudor de las costillas,
el polvo de rabo y patas
y el barro de las mejillas.
Come hojas de los árboles,
tiene memoria erudita,
sabe contar hasta ocho
y multiplica deprisa. (...)

(Andrea Chica y Lucía)

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